El impresionismo es un movimiento pictórico que surgió en Francia en las últimas décadas del siglo XIX. Este rechazaba el academicismo y el romanticismo de la época y proponía una nueva mirada sobre el arte, más cercana a la realidad contemporánea.
El movimiento recibe su nombre por el crítico Louis Leroy, quien al comentar la primera muestra del grupo, en 1874, mencionó que lo que veía no era cuadros, sino impresiones, (bocetos).
Las características principales del impresionismo son:
Prescindir de los temas históricos mitológicos y religiosos, y captar escenas de la vida moderna tal cual eran registradas por el ojo del artista.
Los artistas impresionistas pintaban al aire libre, comenzaban y finalizaban el cuadro frente al modelo que le había inspirado, cómodo para el espectador y fácil de interpretar
Aplicaban pinceladas rápidas, cortas y curvas de colores puros, y adaptándose a la luz del sol.
Sus esquemas compositivos, se asemejaban más a la fotografía, que comenzaba a popularizarse en esa época.
Recibieron influencia del realismo, avanzado hacia una forma más naturista de representar los elementos de la naturaleza, influenciados por la luz del sol, el agua y las estaciones del año, las marinas y la playa. Empleando los colores del espectro solar, eliminado de la paleta el blanco, el negro y los colores terrosos.
Los artistas mas destacados del impresionismo son: Claude Monet, Pierre-Auguste Renoir, Alfred Sisley, -Camille-Pisarro, Berthe, Paul Cezanne, Édouard Manet y Edgard Degas.
En España podemos destacar a Joaquín Sorolla, Santiago Rusiñol y Darío de Regollos.
Buena muestra del Arte impresionista, la tenemos en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, espacio dirigido al “Arte para decorar”, es indiscutible el valor decorativo del movimiento impresionista.
En el mundo de las telas y decoración el impresionismo influye con estampaciones alegres de colores vivos, flores, escenas campestres, naturaleza viva. Los tapizados de muebles, cortinas, mantelerías y decoración pasan a ser más alegres y floreados.
Una muestra de esta corriente impresionista en el mundo de telas y decoración lo podemos ver, por ejemplo, en el estilo de la decoradora galesa Laura Ashley que se caracteriza por el estilo campestre y, romántico inspirado en el estilo rural inglés del siglo XIX y uso de tejidos naturales.
El mundo de la de la moda tenemos una de las mejores exposiciones impresionistas en el Museo Christian Dior, una preciosa villa bautizada con el nombre de “Les Rhumbs”, en la ciudad de Granville en la baja Normandía, la construcción es de finales del siglo XIX de estilo “belle epoque”.
La muestra “impressions Dior”en esta villa une arte y moda del genio junto con la corriente artístico impresionista. Destaca el vestido diseñado especialmente para la “mujer flor”, con formas rectas y falda alta y amplia, inspirado en la corona de una flor.
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